La primera vez que hacemos psicoterapia
Si nunca has hecho un proceso de psicoterapia (o fue hace mucho tiempo, en la adolescencia), es normal que aparezcan muchísimas dudas al respecto. La vergüenza de expresarse delante de alguien a quien no conoces, el miedo por cómo será el proceso, las dudas sobre si te va a ir bien o no… La realidad es que hay que ser muy valiente para hacer terapia, reconocer las propias dificultades y pedir ayuda.
Algunas dudas que suelo escuchar: ¿Qué preguntas va a hacerme?, ¿Me entenderá?, ¿Qué pasa si no quiero explicar algo?, ¿Y si no me siento a gusto con ella?, ¿Va a descubrir traumas míos que desconozco?, ¿Y si lo que me ocurre no tiene solución?
Cuando se da el paso…
La mayoría de veces, una se llega a crear un discurso mental sobre qué dirá y cómo lo dirá. Esto es habitual y normal ya que aporta un gran sensación de control y seguridad cuando empezamos un proceso terapéutico por primera vez. También puede haber mucho miedo a no expresarse bien o no hacerse entender, a hablar demasiado o a molestar expresando las emociones intensamente.
Es natural que esto ocurra y por eso decía que implica una gran valentía ponerse delante de una persona que no conocemos absolutamente de nada y empezar a hablar de lo que tenemos guardado en lo más profundo. Expresar nuestros miedos, preocupaciones, pensamientos raros o incómodos no es nada fácil, la verdad.
Por ello, me importa mucho transmitirte la calidez necesaria para que te sientas a gusto, ya que yo también he pasado por mi proceso psicoterapéutico y sé lo que se suele sentir
¿Qué haremos en la primera sesión?
En esa primera sesión recojo la información sobre lo que ha motivado la consulta (qué estás sintiendo física y mentalmente, cómo defines tu el problema que vives, qué tipo de pensamientos llegan) y sobre otras áreas de tu vida: cómo es tu familia, en qué trabajas, cuál suele ser tu rutina, qué te gusta hacer, etc. Todo ello con el objetivo de poder conocer quién eres y así ver cómo puedo ayudarte mejor, qué herramientas o recursos ya te funcionan y cuáles puedo aportar desde la psicoterapia.
También me interesa mucho saber por qué crees que te sientes de este modo, tus hipótesis al respecto (ya que te conoces mejor que nadie) teniendo en cuenta la situación actual, tu historia de vida y tu estilo de personalidad. Además querré saber qué soluciones has intentado hacer para estar mejor, que te hayan funcionado o no, y que sean del pasado o de ahora.
Y lo más importante de esa sesión: necesito saber qué te gustaría conseguir en este proceso, para que así pactemos lo que llamamos objetivos terapéuticos, ya que éstos van a dirigir la terapia. Para mi es muy importante este punto porque el enfoque del trabajo y la propuesta de tareas terapéuticas irán en esa línea, y es la manera de valorar que el proceso avanza y que estás consiguiendo lo que te propusiste.
Verás que en terapia no podré decirte qué debes o no debes hacer, ni darte consejos como a veces lo hacen personas de nuestro entorno. Pero si te iré haciendo preguntas, planteándote reflexiones u otros puntos de vista, para que vayas descubriendo con qué decisiones te sientes más cómoda.
Y mi objetivo final es…
El objetivo es que mejores tu autoestima a través del autoconocimiento y que sepas mejor qué puedes hacer ante una situación que te genera malestar, y que confíes en tus propias herramientas y en tus recursos. También tengo como objetivo que te trates con cariño y te hables bien a ti misma, como lo harías con una buena amiga, a través de la autocompasión. Y lo más importante, busco que te sientas conectada a tu propia esencia, que sientas que no hay nada de malo en ser tu misma y que mereces estar a gusto contigo.
Helena